Nació en Mompox, Colombia, en una tierra de tradición republicana, alta alcurnia y exquisito folklore. De raíces españolas y ancestros libaneses. Su infancia la vive entre gaitas, porros y cumbión.
Desde muy joven Hernán Zajar reveló una clara sensibilidad por la moda, pero comenzó su carrera como diseñador después de otras experiencias profesionales.
Estudió Administración de Turismo en Saint Paul del Mar, cerca de Barcelona, y trabajó durante algún tiempo en hoteles del Caribe. Más tarde estudio diseño de modas en Colombia así como también ha realizado cursos de especialización en Roma y Nueva York.
Estudió Administración de Turismo en Saint Paul del Mar, cerca de Barcelona, y trabajó durante algún tiempo en hoteles del Caribe. Más tarde estudio diseño de modas en Colombia así como también ha realizado cursos de especialización en Roma y Nueva York.
Cuando regresó a Colombia inauguró un restaurante, y allí fue cuando empezó a manifestarse su verdadera vocación, pues el mayor atractivo del local eran los desfiles de moda que allí mismo organizaba él.
Desde entonces, la dedicación de Zajar al diseño no ha hecho más que afirmarse.
Zajar ha encontrado en el diseño de moda la mejor forma de expresar la magia del Caribe y la sensualidad femenina.
Apenas 10 años después, Zajar ya ocupa un lugar muy destacado en el mundo del diseño de modas en Colombia. Su carrera fue muy rápida, constantemente ascendente, y con una gran aceptación dentro del mundo del espectáculo, pues la mayor parte de los vestidos que vemos en la televisión colombiana son producto del talento y la constancia de este diseñador.
Zajar ha ideado el vestuario de series como Gallito Ramirez, Caballo Viejo, La Vorágine y Azúcar. Sus trabajos con las principales programadoras del país son innumerables.Ha colaborado también como asistente de vestuario en el largometraje “Crónica de una Muerte Anunciada”, de Francesco Rossi, y en producciones teatrales como “Amigo del Alma” y “Entre Nosotras”.
Los diseños de Hemán Zajar son los preferidos de destacadas personalidades políticas colombianas y sus creaciones acompañan a numerosas reinas de belleza. Incluso la famosa modelo Claudia Schiffer, la playmate Samantha Torres, la actriz Joan Collins e Ivana Trump también han lucido modelos de Zajar.
En Miami fue catalogado como la nueva estrella del diseño en 2002 y en 2003 recibió el premio como mejor diseñador del año.
Su experiencia y su indiscutible talento lo han llevado a ser profesor y director de tesis en los últimos semestres de la escuela de Diseño Arturo Tejada de Bogotá.
Su trayectoria en "Colombia Moda" toma fuerza desde que surge "Identidad Colombia", una especie de experimento en las pasarelas que se ha convertido en el sello de Hernán Zajar y de otras dos diseñadoras que forman parte del proyecto, Beatriz Camacho y Amelia Toro.
El ingrediente principal es la amalgama de nuevas tendencias sumadas al trabajo de los mejores artesanos del país. Las delicadas filigranas que presentó Hernán Zajar en Colombia moda 2004 han causado un gran impacto por la delicadeza, elegancia y la consagración en la elaboración de cada prenda.
Ha sido también el gestor de actividades gremiales entre los diseñadores, al participar en la fundación de Asdemodas, integrar su junta directiva y encargarse de la organización de Tendencias, uno de los desfiles semestrales de más exito en Colombia.
También ha servido de enlace para que otros creadores de moda se vinculen con importantes campañas humanitarias, como el Salón del Diseño, llevado a cabo en favor de los enfermos del sida.
Esta larga y meritoria experiencia le ha sido reconocida en distintas ocasiones con diversos premios, como el de la revista Vanidades, que Zajar obtuvo en 1994 y 1995, y más recientemente el de la firma Johnny Walker, que le permitió viajar a Europa y participar en un taller con Valentino. El estilo de Zajar no tiene fronteras, nunca deja de lado como fuente inspiradora el esplendor del trópico.
En su trabajo, Zajar expone sobre todo la sensualidad de la mujer caribe y, para resaltarla, sus modelos insinúan notablemente la figura femenina, ya se trate de llamativas creaciones de gala y trajes de fiesta o de sastres clásicos en paño con pespuntes. Predominan entre sus diseños los cortes al sesgo y los largos asimétricos. Dentro de su variada línea es posible encontrar una gran gama de colores para cada ocasión, desde el rojo metálico hasta las más sutiles gradaciones de los tonos pastel. En materia de géneros, se advierte también su gozosa vitalidad, el alegre sentido polícromo del vivir.
En su trabajo, Zajar expone sobre todo la sensualidad de la mujer caribe y, para resaltarla, sus modelos insinúan notablemente la figura femenina, ya se trate de llamativas creaciones de gala y trajes de fiesta o de sastres clásicos en paño con pespuntes. Predominan entre sus diseños los cortes al sesgo y los largos asimétricos. Dentro de su variada línea es posible encontrar una gran gama de colores para cada ocasión, desde el rojo metálico hasta las más sutiles gradaciones de los tonos pastel. En materia de géneros, se advierte también su gozosa vitalidad, el alegre sentido polícromo del vivir.
Inspirado en la maríamulata, un pájaro negro, característico de la Costa Caribe colombiana, Hernán Zajar ha hecho un homenaje a la mujer negra y a la silueta de su cuerpo.
Así presentó su colección Maríamulata en la pasarela Movistar 2005, donde la moda se encuentra con la pasión.
Esta colección conformó una auténtica expresión del trópico, de la sensualidad y la fuerza de las mujeres del Caribe. Los colores de los Wayuú en la Guajira, los tejidos nariñenses del municipio de Sandoná, la manufactura de la seda caucana y los infaltables joyeros de Mompox, fueron los artífices exclusivos de esta colección.
Las texturas seguían la línea del macramé, el croché y los telares, en consonancia con el cuero, algodones y fiques.
En ellas se hizo evidente la calidad artesanal del trabajo de las comunidades Embera, Katíos y Wayuú.
Hernán Zajar lo ha definido como una expresión de fibras, semillas, tagua, totumos y capullos de seda llenos de color y de brillo, en los que “los detalles de las prendas son artesanales”.
La alegría de la colección estuvo dada por el colorido que la iluminaba. Así, los tonos y sombras neutras de la moda urbana, han generado un alto contraste con las fuertes gamas del Caribe.
Así presentó su colección Maríamulata en la pasarela Movistar 2005, donde la moda se encuentra con la pasión.
Esta colección conformó una auténtica expresión del trópico, de la sensualidad y la fuerza de las mujeres del Caribe. Los colores de los Wayuú en la Guajira, los tejidos nariñenses del municipio de Sandoná, la manufactura de la seda caucana y los infaltables joyeros de Mompox, fueron los artífices exclusivos de esta colección.
Las texturas seguían la línea del macramé, el croché y los telares, en consonancia con el cuero, algodones y fiques.
En ellas se hizo evidente la calidad artesanal del trabajo de las comunidades Embera, Katíos y Wayuú.
Hernán Zajar lo ha definido como una expresión de fibras, semillas, tagua, totumos y capullos de seda llenos de color y de brillo, en los que “los detalles de las prendas son artesanales”.
La alegría de la colección estuvo dada por el colorido que la iluminaba. Así, los tonos y sombras neutras de la moda urbana, han generado un alto contraste con las fuertes gamas del Caribe.
La mujer cosmopolita, de ciudad, que sabe disfrutar de las emociones del folclore en medio de la elegancia y la expresión de toda su belleza, fue el prototipo elegido para Maríamulata, una colección que se ha caracterizado por ser refinada y llamativa.
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